Referencia: Meadows, D. H., Meadows, D. L.,
Randers, J., & Behrens, W. W. (1972). Los límites del crecimiento
Resumen:
Esta obra del profesor Dennis L. Meadows ha
causado revuelo a nivel mundial al sugerir una proyección del uso de los
recursos naturales por los habitantes del planeta. Estas proyecciones se hacen
a través de las interrelaciones que se hacen a diferentes variables
cuantificables en factores ambientales, sociales y económicos.
A través de esta obra se puede inferir que el
planeta no puede continuar con el mismo crecimiento de población y producción,
porque los recursos son finitos. Se requiere implementar medidas para evitar el
colapso de la humanidad. Bien se sabe que cada país tiene una situación
diferente, por lo que se requiere que todas las naciones generen políticas específicas
para contrarrestar este fenómeno.
En los países industrializados hay una tasa de
natalidad inferior comparado a los países subdesarrollados. En países poco
industrializados, ven a sus niños de manera económica, ellos son un soporte
para el trabajo en el campo y en la edad adulta. Otro factor importante es la
contaminación, porque es evidente de que la polución influye en las
expectativas de vida de la población mundial.
De esta forma, el autor en una proyección
muestra los fenómenos que ocurrirían si no se producen grandes cambios en la
población y en la producción. En esta situación los alimentos, la producción
industrial y la población crecen exponencialmente hasta que los recursos
disponibles agotados los hagan detener. Por el otro lado, si se llegará la
posibilidad de que se descubrieran nuevas fuentes de recursos y estos se duplicarán,
la proyección indica que la industrialización alcanzará un nivel alto, sin
embargo, la contaminación incrementará en gran medida, provocando un aumento en
la tasa de mortalidad y disminución de producción de alimentos, al final los
recursos se agotan.
Opinión
personal:
Las proyecciones mostradas son muy alarmantes,
porque muestran nuestra finitud como seres humanos. Esto es lo que estamos
provocando al consumir exageradamente nuestros recursos naturales. Nuestros
actos no son observados trascendentalmente. Un ejemplo de lo anterior es lo que
estamos viviendo con la actual pandemia, las personas no son empáticas para
cuidar a las otras personas del contagio del virus a través de simples
prácticas de higiene. Por lo que probablemente estamos condenados a nuestro
exterminio. Esto no es algo novedoso, algunas sociedades de México en el pasado
llegaron a sucesos de escasez de recursos extrema, promoviendo su deceso. Nosotros
como especie no somos indispensables para el planeta. Las generaciones que
tengan que vivir las consecuencias de nuestros actos, podrán valorar más el
pasado vivido. Sin embargo, debemos tener esperanza, porque mientras estemos
vivos tenemos esta confianza. La ciencia cada vez está avanzando más, puede
transformar nuestro mundo y crear estrategias para mitigar los impactos que se
están creando. Por el otro lado, las políticas mundiales deben promover una transición
del capitalismo salvaje a un sistema económico más amigable con el medio
ambiente.
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