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domingo, 15 de enero de 2023

DIVISÓN SEXUAL DEL TRABAJO EN LAS ZONAS CAFETALERAS

 


 

La división sexual del trabajo consiste en la distribución de las labores que se supone un determinado sexo debería cumplir. Estas labores han sido impuestas desde el patriarcado y el capitalismo. De esta forma, las mujeres se dedican a las labores domésticas, porque desde el ámbito social se les ha impuesto esta labor. La división sexual del trabajo se puede ver de manera reproductiva, productiva y comunitaria. Para el presente trabajo, se va enfocar en las dos primeras formas de trabajo, la reproductiva y la productiva. Además, se va a analizar la situación presente en las zonas cafetaleras.

La división sexual del trabajo se ve claramente diferenciado desde la infancia. Las mujeres a muy temprana edad se han dedicado a las tareas del cuidado, Vargas Vencis (2007) menciona como las niñas se ocupan de las tareas de reproducción cuando la madre está ausente. Las niñas tienen que moler el nixtamal; preparar el café, tortillas y frijoles; cortar leña; transportar agua; y cuidar a sus hermanos y hermanas menores. Por el otro lado, las niñas en su deseo de participar en las actividades del agroecosistema, son privadas en sus casas por el hecho de que el trabajo en el campo y en el agroecosistema no es adecuado para las mujeres (Campos Peregrina, 2018). Los niños por su lado se dedican más a actividades recreativas como jugar con otros niños.

En la adolescencia, la represión hacia las mujeres continua, vulnerando el derecho de la libertad. En cambio, los hombres pueden participar activamente en las actividades del agroecosistema sin ocuparse del trabajo de reproducción. El justificante para que las mujeres no salgan y sean partícipes del agroecosistema, y demás espacios públicos, es la amenaza de ser violadas o la perdida de la virginidad. De esta forma, se vulnera el derecho de vivir tranquilas y en paz (Campos Peregrina, 2018).

En la edad adulta, las mujeres inician su trabajo de reproducción desde muy temprano. Las mujeres inician las labores domésticas desde las 4:00 o 5:00 AM para preparar los alimentos para que el hombre pueda consumir en el cafetal. Además, puede integrarse a las actividades del cafetal y dejar a cargo a las niñas del trabajo doméstico como se comentó. Por el otro lado, las mujeres hacen otros trabajos productivos como la fabricación de artesanías; la producción de especies menores; la comercialización de productos, entre otros (Vargas Vencis, 2007). Asimismo, hay una presión social para que las mujeres permanezcan en sus hogares realizando el trabajo reproductivo cuando tienen su cónyuge, descendientes o ascendientes, porque son vistas como las responsables de los cuidados. En casos de que se observan afuera, son sujetas de críticas (Campos Peregrina, 2018).

Por el otro lado, los hombres se levantan desde tempranas horas para el manejo del agroecosistema. Ellos pueden dedicarse a sembrar café u otras especies; fertilizar y aplicar insumos; cosechar el café y demás productos; limpiar y remover arvenses; despulpar el café recolectado; y demás actividades que terminan en las horas finales de la tarde. En la noche, se dedican a descansar y no realizan ninguna labor reproductiva, sobrecargando a las mujeres con los trabajos de cuidado. Además, ellos tienen la capacidad de disfrutar más su tiempo libre debido a la menor cantidad de labores en comparación a las mujeres.

El acceso a los recursos, y en especial a la tierra, es fundamental para la autonomía e independencia de las mujeres. Campos Peregrina (2018) menciona como las mujeres poseen sólo el 10% de tierra para trabajar, en cambio, los hombres cuentan con el 90%. Además, esto se ve limitado al espacio y el tiempo de acuerdo a la autora. Respecto al espacio, las mujeres sólo obtienen un pedazo pequeño de terreno con características poco favorecedoras para la siembra como suelos poco profundos, arenosos o pedregosos, poca capacidad de infiltración, etc., lo que implica que las mujeres deben trabajar más duro para poder obtener algún tipo de producción. Y respecto al tiempo, los terrenos adquiridos por las mujeres normalmente se encuentran muy lejanos, por lo que las mujeres deben decidir entre el trabajo reproductivo con el cuidado de los miembros de su familia o el trabajo productivo en estas zonas lejanas.

Sin embargo, las mujeres en los espacios en donde laboran emplean prácticas sustentables, poniendo en uso los principios de la agroecología (Campos Peregrina, 2018). Por el otro lado, los hombres se dedican a la agricultura convencional que promueve el capitalismo, en donde se extraen muchos recursos para la producción, haciéndola poco sustentable. De esta forma, los trabajos productivos de las mujeres repercuten positivamente al medio ambiente.

Asimismo, en el caso de algunas organizaciones constituidas por mujeres, ellas toman la vocería en los procesos organizativos de sus comunidades para fomentar un desarrollo económico y social. Estas mujeres, además del trabajo reproductivo en sus hogares, se ocupan de otros trabajos para la construcción de su comunidad y luchan para acabar con las barreras que se producen por las desigualdades de género (Ramos Reyes, 2019).

En conclusión, la división del trabajo, además de mostrar las violaciones y la vulnerabilidad de los derechos de las mujeres, muestran como las actividades productivas que ellas ejercen son importantes para el bienestar de sus comunidades y favorecer el planeta. Por lo tanto, se requieren más procesos liderados por las mujeres para que se puedan obtener soluciones eficaces a los problemas que se están enfrentando ahora en día. 

BIBLIOGRAFÍA

 

Campos Peregrina, M. del C. (2018). Abordando desde un enfoque agroecológico la violencia en las mujeres campesinas. Un estudio de la Fundación Entre Mujeres, Nicaragua. En G. P. Zuluaga Sánchez, G. Catacora-Vargas, y E. Siliprandi (Eds.), Agroecología en femenino: Reflexiones a partir de nuestras experiencias (pp. 193–206).

Ramos Reyes, S. (2019). Árboles de sombra y abejas nativas en cafetales con manejo agroecológico en Amatlán de los Reyes e Ixhuatlán del Café, Veracruz. [Tesis de maestría] Colegio de Posgraduado.

Vargas Vencis, P. (2007). Mujeres cafetaleras y producción de café orgánico en Chiapas. El Cotidiano, 22(142), 74–83. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=32514209

 

 

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