Los científicos comenzaron a profundizar acerca de la terminología y la ciencia de la ecología a partir de mediados del siglo XIX con el aporte de Haeckel (1869). Él la definió como el estudio de los seres vivos con su ambiente. Haeckel reconoció el gran trabajo que realizó Darwin (1859) en su obra llamada “El origen de las especies”, donde especificó que las especies evolucionan de un ancestro común a través de la selección natural. También, hay que destacar que la ecología hace parte de la biología, ciencia que estudia los seres vivos según a Baptiste (1815).
Posteriormente
a Haeckel, Möbius (1877) indagó acerca de la biocenosis, la definió como las
poblaciones que conviven bajo ciertas condiciones externas. Por el otro lado,
se encuentra el biotopo, que agrupa todos los factores abióticos que influyen
en la biocenosis. Los individuos de estas poblaciones o especies pueden tener
relaciones entre ellos y obtener algún tipo de beneficio, esto lo definió Bary
(1879) como simbiosis. En la actualidad, se sabe que estas relaciones pueden
ser más diversas como mutualismo (que específicamente fue lo que precisó Bary),
competencia, depredación, parasitismo, comensalismo, entre otros.
Clements
(1905) fue también un ecólogo memorable. Él definió el ecotono como una zona de
transición entre dos comunidades en donde se puede observar algunas relaciones
entre ellas. Estas comunidades son todas las especies que viven juntas en el
mismo lugar y tiempo. Por otra parte, las especies son todas las poblaciones
que tienen organismos que se pueden reproducir y generar descendencia fértil.
La
ecología como concepto fue nuevamente empleado por Bensin (1928). Él integró la
ecología con la agricultura para dar como resultado la agroecología. Ciencia
tan significativa para los tiempos que se están enfrentando actualmente, en
donde se propone la implementación de los principios ecológicos en las
prácticas agrícolas. Por lo que es necesario tener presente qué es un
ecosistema. Tansley (1935) lo demarcó como la unidad de la naturaleza donde
convergen los factores bióticos y abióticos.
En
los ecosistemas existen diferentes procesos, dentro de estos se encuentra la
dinámica trófica. Lindeman (1942) ahondó acerca de esta dinámica distinguiendo
los productores, organismos autótrofos; los consumidores, animales y organismos heterótrofos; y aquellos
que realizan la labor de descomponer. Lindeman también propuso las variables de
la productividad y la eficiencia para analizar las cadenas tróficas. La
productividad es la tasa de producción de biomasa en un tiempo determinado. En
cambio, la eficiencia expresa que tan eficiente es un nivel en la cadena
trófica para aprovechar la energía proporcionada por un nivel más bajo.
Odum
(1968) por su parte analizó como eran estos flujos de energía en los
ecosistemas. Este flujo ocurre en los individuos generalmente de la siguiente
manera: hay una entrada de energía que es empleada o no por el sistema. La
energía empleada puede utilizarse para la producción o para la respiración. En
la respiración se quema y se pierde por calor. En la producción se vuelve materia
orgánica y se puede convertir en materia disponible para el siguiente nivel de
energía.
Odum
(1972) también definió el concepto de hábitat como el lugar donde un organismo
vive o se podría encontrar. Por el otro lado, Hutchinson (1957) definió nicho
ecológico como la suma de todos los factores bióticos y abióticos donde un
organismo se relaciona. Por lo tanto, el hábitat de un organismo puede ser una
determinada área geográfica y el nicho ecológico son todas las relaciones que
este organismo tiene con otros seres vivos y el entorno para sobrevivir.
Finalmente,
pero sin restarle importancia, Bertalanffy (1968) estudió la teoría general de
los sistemas en donde plantea que los sistemas son un conjunto de elementos que interactúan entre sí. Esto se
puede observar en los agroecosistemas en donde convergen diferentes tipos de
elementos como los cultivos, la fauna, la microfauna, los árboles y los
diferentes factores abióticos. Todos estos elementos se relacionan entre sí
para poder alcanzar algún objetivo como la producción de ciertos alimentos
sustentablemente.
Todos
estos autores han consolidado la ecología, aunque pueden existir otras
definiciones por otros autores, estos normalmente difieren en términos, mas el
sentido se conservan.
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