CALDO
DE CENIZA
Desde hace más de dos siglos
los minerales han sido empleados para el tratamiento de muchos cultivos, en lo
relacionado con la corrección de deficiencias nutricionales y en consecuencia
con el control de enfermedades causadas por hongos y bacterias, lo mismo que
con el control de insectos (Gutiérrez, 2012).
El caldo de ceniza es el más
sencillo de los caldos minerales, se utiliza para su preparación el producto de
la combustión de la madera, compuesta de sustancias inorgánicas no combustibles
como las sales minerales. El principal componente es el carbono y el carbonato
de calcio, en su orden la ceniza también contiene sílice, óxido de potasio en
un 5% a 9%, magnesio, azufre y fósforo; estos contenidos varían según el origen
de las cenizas, es decir, depende de las especies vegetales que provengan (Gutiérrez, 2012).
Ingredientes y materiales:
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10 libras de ceniza cernida
·
10 litros de agua
·
La mitad de un jabón azul rallado
·
Recipiente metálico que no sea de cobre
Preparación:
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Poner a hervir los 10 litros de agua.
·
Agregar la ceniza y el jabón rayado.
·
Hervir durante 20 minutos agitando
permanentemente y agregando agua para reponer la que se pierde.
·
Bajarlo del fuego, dejarlo enfriar, colar y
aplicar.
Dosis:
El caldo de ceniza dado los
contenidos especialmente de potasio y sílice promueve la dureza de la pared
celular en los vegetales y por consiguiente da resistencia contra el ataque de
microorganismos fitopátogenos e insectos.
Se utiliza solo a razón de 1
litro de caldo de ceniza por 20 de agua en aspersiones al follaje.
Las frecuencias de
aplicación oscilan entre 7 a 15 días para cultivos de hortalizas, tomate,
plátano, papa y café.
REFERENCIAS
·
Gutiérrez, D. (2012).
La sanidad vegetal en la agricultura ecológica. Prácticas y aplicaciones de
agricultura ecológica. SENA
·
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