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martes, 14 de junio de 2016

Parcela de aprendizaje en Fómeque


La utilización de invernaderos o casas sombra representa una alternativa de producción y una oportunidad de comercialización de los productos cultivados bajo estos sistemas ya que, además de ofrecer protección contra las condiciones adversas del clima a los cultivos le dan una mejor calidad y mayores rendimientos a la producción. La agricultura protegida, por tanto, es una de las actividades que dentro del sector primario tiene un auge muy importante, llegando a ser detonante en la economía de los países y en la economía de aquellos que están inmersos en esta actividad. Además los sistemas modernos de agricultura tienen una importancia ecológica de suma importancia ya que permiten un uso racional del agua y, por la protección que ofrecen, reducen en gran medida la utilización de pesticidas tóxicos que dañan el ambiente, los mantos acuíferos y la salud humana (Garza, 2008).
Las ventajas de la agricultura protegida son significativas en comparación con la explotación a cielo abierto, ya que los rendimientos pueden incrementarse de manera gradual, con una mayor seguridad en la inversión realizada. En una agricultura tradicional un productor de tomate llega a producir en promedio 75 toneladas al año por hectárea con una gran cantidad de agua utilizada y desperdiciada por evaporización e infiltración. En invernadero es posible producir más de 200 toneladas por hectárea aprovechando al máximo el agua, esto, siempre y cuando los productores utilicen la tecnología adecuada y tengan los conocimientos necesarios (Garza, 2008).
La agricultura protegida en Colombia ha permitido el arraigo de las familias en sus comunidades de origen al mejorar las condiciones de producción de hortalizas, lo que se refleja en la obtención de mejores y mayores ingresos, al tener una producción continua durante la mayor parte del año, con mayor calidad y competitividad (Garza, 2008).
En el departamento de Cundinamarca en el municipio de Fóqueme en convenio de la alcaldía y la Universidad Nacional se realizó una parcela de aprendizaje donde se encuentra establecido un cultivo de tomate bajo invernadero, este está dividido en dos sectores que se diferencian por las condiciones que se le están ofreciendo a las plantas, con el fin de realizar una comparación entre ambos sistemas. Esta parcela de aprendizaje busca que las personas aprendan y puedan conocer nuevos cambios que podrían ayudarlos a obtener buenas producciones.
El procedimiento para establecer el cultivo de tomate de variedad Nicolas (figura 28) en la parcela fue el siguiente
ü  Preparación del terreno
ü  Basamento, inoculación realizada en el suelo para incorporar fertilizantes
ü  Zanjas
ü  Aplicación del humus
ü  Siembra, a una distancia entre plantas de 50 cm
ü  Riego, compuesto por dos cintas de riego para una mejor distribución. Cada planta require 1l/día
ü  Colocación de mulch para regular la planta y prevenir malezas

Figura 28.  Variedad de tomate Nicolás
Estas plantas que se encuentran bajo invernadero se les está experimentando principalmente respecto a tres factores: la fertilización, el número de ejes y el comportamiento con cascarilla quemada y compostaje.
Los dos tratamientos que se están utilizando en la fertilización son a 8kg y a 12kg. Los tratamientos para el número de ejes son de 1 eje y de 2 ejes (figura 29).

Figura 29. Tomate dividido por ejes
Y en relación a la utilización de cascarilla quemada de arroz, para mejorar el intercambio catiónico y que las plantas puedan hacer mejor su comida (fotosíntesis), en diferentes cantidades. Estas evaluaciones se hacen de acuerdo al surco, un surco se le realiza un tratamiento y al otro surco el tratamiento restante.
Las variables que se miden para conocer los resultados de los experimentos son el número de racimos, el número de flores de cada planta, el espesor de los tallos y el número de frutos.
Además de los anteriores tratamientos se están aplicando productos biológicos y algunos fungicidas para el manejo del cultivo, estas aplicaciones se realizan cada 15 días.
Todas las prácticas culturales las realiza el productor, el resto se obtienen gracias al convenido de la alcaldía y la universidad.
El invernadero donde se encuentra establecido el cultivo de tomate está diseñado con guayas (figura 30), cuenta con un plástico que permite el buen paso de la luz solar para el proceso de la fotosíntesis de la planta de tomate; una malla de recubrimiento de 40 MESH, madera blanca para mayor luminosidad y un extractor de aire  con el fin de disminuir la temperatura dentro del invernadero.

Figura 30. Invernadero hecho con guayas



BIBLIOGRAFÍA

·       

·         Costa, S.,  2015. Politicas para el sector agropecuario y el desarrollo de los territorios rurales. Recuperado de  http://www.mag.go.cr/bibliotecavirtual/a00333.pdf

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