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jueves, 18 de junio de 2015

ACTIVIDAD 2: “Las lógicas de la vida” - APRENDIZAJE AUTONOMO


Conceptos
Respuesta
a) Enunciar un concepto de cultura de acuerdo con la lectura realizada
Para Martínez (2000)
La cultura es un proceso humano, por lo tanto una construcción social e histórica, para la conservación de la vida de forma determinante, y que por ello puede ser cambiante y no naturalizado, como se comprende con muchos de los imaginarios atávicos que sostienen la cultura que conocemos hoy.
Son históricas porque empezaron en algún momento de la vida de una comunidad y, por tanto, pueden dejar de existir, o cambiar, si las condiciones son otras. Son sociales porque son construidas y aceptadas colectivamente. Con lo anterior podemos concluir que no hay ninguna construcción cultural eterna en el tiempo, como verdad ahistórica (fuera de la historia), ni una construcción cultural que se pueda imponer desde un interés particular y que se sostenga en el tiempo.
b) Enunciar en qué consiste la lógica de la conservación
Para Martínez (2000)
La fuerza de conservación ocurre cuando las especies se reproducen con las mismas características de quienes las engendran.
Si sólo existiese la fuerza de conservación, la vida seguiría siendo igual a la primera forma de vida que se dio hace tantos millones de años.
La vida ha ido construyendo una memoria que, podríamos decir, incorpora los aprendizajes que la sostienen y reproducen. Para la mayoría de los seres vivos, esta memoria se transmite de generación en generación a través de una vía genética, que garantiza la conservación. Es, a través de la memoria incorporada a los genes, que los seres vivos se reproducen iguales a aquellos que los engendran, incluidos los aprendizajes que permiten sostenerla.
La fuerza de conservación se explicita en la necesidad humana de la seguridad, de lo estable, de lo ya conocido y, por tanto, susceptible de ser repetido.
c) Enunciar en qué consiste la lógica del cambio
 Para Martínez (2000)
La fuerza de cambio ocurre cuando las especies se han ido diversificando, posibilitando la aparición de nuevas formas de vida.
Estos cambios sucesivos a partir de una misma forma de vida, nos permiten imaginar la evolución como un gran árbol que va diversificando sus ramas en muchas direcciones.
Si sólo existiese la fuerza de cambio, cada que naciese un niño estaríamos atentos a los nuevos cambios registrados en él. El concepto de especie no existiría, pues no se daría la posibilidad de dos seres iguales.
En la fuerza de cambio se inscriben, por oposición, lo inestable, lo inseguro, las transformaciones personales y sociales, lo caótico, lo anormal, lo distinto, lo incierto, lo desconocido, lo creativo.
d) Enumere tres aprendizajes culturales que se infieren de la lectura realizada
Para Martínez (2000)
Cuando reproducimos una mata de café tenemos la certeza de las características de la nueva planta - en su tamaño, en sus frutos, en sus períodos de reproducción, entre otras - porque ellas están definidas a través de una memoria genética.
Una gallina con pollitos desmenuza el pan que encuentra para que coma su prole, no porque haya aprendido este comportamiento observando a sus iguales, sino porque hay en su memoria genética la necesidad de cuidar la vida.
Los seres humanos somos bípedos, o sea que nuestros cuerpos están diseñados para caminar sobre nuestras extremidades inferiores. Podríamos tomar la decisión de caminar sobre nuestras cuatro extremidades, pero ello tendría consecuencias graves sobre otras partes de nuestro cuerpo.
e) Enunciar un referente o componente que no está incluido en este cuestionario sobre el que desea pronunciarse
 Para Martínez (2000)
Entre la fuerza de conservación y la fuerza de cambio observamos una relación de complementos, es decir, no es posible prescindir de ninguna de las dos fuerzas si queremos entender la forma en que la vida se da en este Planeta.
Esto lo podemos observar en nuestra realidad más cotidiana. Un árbol tendrá las mismas características de aquél del cual procede (fuerza de conservación), de forma que nos permitirá concluir fácilmente que corresponde a la misma especie pero, al mismo tiempo, se desarrollará con cambios evidentes, que lo diferenciarán de aquél (fuerza de cambio).
No nos es fácil, culturalmente hablando, entender esta relación de complementos. Estamos habituados a la necesidad de optar por una de dos realidades opuestas; aprendemos socialmente, muchas veces a través de dichos populares, que debemos decidirnos por alguna: “no se puede vivir entre dos aguas”, “usted no es ni chicha ni limoná”, y muchas otras que van forjando nuestra forma de pensar, hasta terminar creyendo que éste es el orden correcto de la cosas, que obrar así es obrar bien.

BIBLIOGRAFÍA:


·         Martínez, C. (2000). Anexo 1. lectura las lógicas de la vida, Cartilla Conflictos. Documento Inédito.   

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