Conceptos
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Respuesta
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a) Enunciar un concepto de cultura de acuerdo con la
lectura realizada
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Para
Martínez (2000)
La
cultura es un proceso humano, por lo tanto una construcción social e
histórica, para la conservación de la vida de forma determinante, y que por
ello puede ser cambiante y no naturalizado, como se comprende con muchos de
los imaginarios atávicos que sostienen la cultura que conocemos hoy.
Son
históricas porque empezaron en algún momento de la vida de una comunidad y,
por tanto, pueden dejar de existir, o cambiar, si las condiciones son otras.
Son sociales porque son construidas y aceptadas colectivamente. Con lo
anterior podemos concluir que no hay ninguna construcción cultural eterna en
el tiempo, como verdad ahistórica (fuera de la historia), ni una construcción
cultural que se pueda imponer desde un interés particular y que se sostenga
en el tiempo.
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b) Enunciar en qué consiste la lógica de la
conservación
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Para
Martínez (2000)
La
fuerza de conservación ocurre cuando las especies se reproducen con las
mismas características de quienes las engendran.
Si
sólo existiese la fuerza de conservación, la vida seguiría siendo igual a la
primera forma de vida que se dio hace tantos millones de años.
La
vida ha ido construyendo una memoria que, podríamos decir, incorpora los
aprendizajes que la sostienen y reproducen. Para la mayoría de los seres
vivos, esta memoria se transmite de generación en generación a través de una
vía genética, que garantiza la conservación. Es, a través de la memoria
incorporada a los genes, que los seres vivos se reproducen iguales a aquellos
que los engendran, incluidos los aprendizajes que permiten sostenerla.
La
fuerza de conservación se explicita en la necesidad humana de la seguridad,
de lo estable, de lo ya conocido y, por tanto, susceptible de ser repetido.
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c) Enunciar en qué consiste la lógica del cambio
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Para
Martínez (2000)
La
fuerza de cambio ocurre cuando las especies se han ido diversificando,
posibilitando la aparición de nuevas formas de vida.
Estos
cambios sucesivos a partir de una misma forma de vida, nos permiten imaginar
la evolución como un gran árbol que va diversificando sus ramas en muchas
direcciones.
Si
sólo existiese la fuerza de cambio, cada que naciese un niño estaríamos
atentos a los nuevos cambios registrados en él. El concepto de especie no
existiría, pues no se daría la posibilidad de dos seres iguales.
En
la fuerza de cambio se inscriben, por oposición, lo inestable, lo inseguro,
las transformaciones personales y sociales, lo caótico, lo anormal, lo
distinto, lo incierto, lo desconocido, lo creativo.
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d) Enumere tres aprendizajes culturales que se
infieren de la lectura realizada
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Para
Martínez (2000)
Cuando reproducimos una mata de café tenemos la certeza de las
características de la nueva planta - en su tamaño, en sus frutos, en sus
períodos de reproducción, entre otras - porque ellas están definidas a través
de una memoria genética.
Una gallina con pollitos desmenuza el pan que encuentra para que
coma su prole, no porque haya aprendido este comportamiento observando a sus
iguales, sino porque hay en su memoria genética la necesidad de cuidar la
vida.
Los
seres humanos somos bípedos, o sea que nuestros cuerpos están diseñados para
caminar sobre nuestras extremidades inferiores. Podríamos tomar la decisión
de caminar sobre nuestras cuatro extremidades, pero ello tendría consecuencias
graves sobre otras partes de nuestro cuerpo.
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e) Enunciar un referente o componente que no está
incluido en este cuestionario sobre el que desea pronunciarse
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Para
Martínez (2000)
Entre
la fuerza de conservación y la fuerza de cambio observamos una relación de
complementos, es decir, no es posible prescindir de ninguna de las dos
fuerzas si queremos entender la forma en que la vida se da en este Planeta.
Esto
lo podemos observar en nuestra realidad más cotidiana. Un árbol tendrá las
mismas características de aquél del cual procede (fuerza de conservación), de
forma que nos permitirá concluir fácilmente que corresponde a la misma
especie pero, al mismo tiempo, se desarrollará con cambios evidentes, que lo
diferenciarán de aquél (fuerza de cambio).
No
nos es fácil, culturalmente hablando, entender esta relación de complementos.
Estamos habituados a la necesidad de optar por una de dos realidades
opuestas; aprendemos socialmente, muchas veces a través de dichos populares,
que debemos decidirnos por alguna: “no se puede vivir entre dos aguas”,
“usted no es ni chicha ni limoná”, y muchas otras que van forjando nuestra
forma de pensar, hasta terminar creyendo que éste es el orden correcto de la
cosas, que obrar así es obrar bien.
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BIBLIOGRAFÍA:
·
Martínez, C. (2000). Anexo 1. lectura las
lógicas de la vida, Cartilla Conflictos. Documento Inédito.
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