El ecofeminismo es una corriente que busca la integración
del ecologismo y el feminismo para la protección de los recursos naturales
desde una perspectiva de género. La principal expositora de esta corriente es
Vandana Shiva, ella es una activista de la India y ha relatado como las mujeres
tienen una conexión especial con los bosques desde cientos de años. Sin
embargo, algunas personas critican este pensamiento y lo ven como un concepto
muy limitado y reduccionista. De esta forma, voy a mencionar algunas críticas
que se le han hecho al ecofeminismo y como se debería transitar a una corriente
más sensible y acorde a la situación en la que estamos enfrentando ahora en día.
Vandana Shiva construye su pensamiento del ecofeminismo de
acuerdo a su influencia hindú, que establece como la mujer es el centro de la
vida y la responsable para un desarrollo sustentable. Asimismo, critica al
modelo extrativista del capitalismo, porque promueve los monocultivos y el
empleo de recursos externos como las semillas. El uso de estas semillas fomenta
el empleo de químicos que contaminan los recursos naturales, además exigen una
considerable cantidad de agua (Carcaño Valencia, 2008).
Sin embargo, el ecofeminismo considera a la mujer como una
categoría homogénea, y en realidad las mujeres pueden ser vistas desde muchas
perspectivas de acuerdo a la interseccionalidad. La interseccionalidad se
refiere a la integración del género, la raza y otras categorías que diferencian
a las personas en la práctica social, en las instituciones y en la cultura (Crenshaw, 1998 citado en
Lázaro Castellanos y Jubany Baucells, 2017). De esta manera, la interseccionalidad permite ver las
múltiples desigualdades que enfrentan las mujeres por el hecho de ser
migrantes, indígenas, pobres, lesbianas, entre otras. Es necesario tener la
capacidad de observar y analizar de forma holística los fenómenos que afectan a
las mujeres para crear políticas específicas que las protejan en todas sus
dimensiones.
Por el otro lado, el ecofeminismo es esencialista al pensar
que las mujeres por el hecho de ser mujeres, son las responsables de manejar y cuidar
los recursos naturales (Rico, 1998). La relación que tienen las mujeres con los ecosistemas es
debido a la necesidad de reproducir a sus familias, por esta razón tienen
conocimientos de cómo manejar y controlar los recursos que les ofrece la
naturaleza. Asimismo, los hombres también tienen la capacidad de adquirir estos
conocimientos y esto se puede observar en nuestra cultura a través del
mejoramiento genético que las comunidades indígenas, integradas por hombres y
mujeres, han realizado para obtener los productos que actualmente conocemos.
Por lo anterior, se requiere transitar a una corriente más
acorde a nuestra realidad. Esta corriente se denomina Género, medio ambiente y
desarrollo. Rico (1998) menciona como este enfoque da a conocer las
discriminaciones que sufren las mujeres a través de: la división sexual de
trabajo y con ello la asignación del trabajo reproductivo principalmente a las
mujeres; el poco acceso a los recursos productivos por las mujeres; y las
limitaciones que tienen las mujeres para participar en las tomas de decisiones
que las afectan.
En conclusión, el ecofeminismo es limitado y no abarca
asuntos importantes como la interseccionalidad. Asimismo, hay que dejar a un
lado el pensamiento esencialista de las mujeres para poder trazar otra ruta que
proteja tanto a las mujeres como a la naturaleza a través del enfoque Género,
medio ambiente y desarrollo.
BIBLIOGRAFÍA CITADA
Carcaño
Valencia, É. (2008). Ecofeminismo y ambientalismo feminista. Una reflexión
crítica. Argumentos : Estudios Críticos de la Sociedad, 21(56),
183–188.
Lázaro
Castellanos, R. y Jubany Baucells, O. (2017). Interseccionalidad del género y
mercado de trabajo postfordista. Revista De Estudios De Género, La Ventana,
46, 202–243.
Rico,
M. N. (1998). Género, medio ambiente y sustentabilidad del desarrollo.
http://repositorio.cepal.org/handle/11362/16791